CRÓNICA DE ENSUEÑO

La canilla de bronce gotea su insanía y nos espanta el sueño el reloj acompaña con su danza macabra. Las voces y las risas desde el bar de la esquina ofrecen su derroche. Los perros se pronuncian de una casa a la otra y los gatos maúllan prometiendo amores que duran una noche. La luna se diluye sobre las azoteas y escribo porque existes. Un perfume exquisito entra por mi ventana uniéndose al almizcle de la mujer que pasa entonces me mareo con la vieja costumbre que tengo desde niña, me gusta emborracharme con aroma de flores el agua de colonia el olor de los mares y la arena amarilla de las noches de enero. Me gusta andar buscando la luna que dormita sobre el agua tranquila. Un chico hoy me dijo que vuela atado a un hilo buscando amaneceres. Cuando yo era una niña me iba con luciérnagas a iluminar los campos en noches de verano. Ahora con los años dos grillos en mi casa me cantan en la noche. Tanta música tengo adentro de mi cuerpo que me visto de tules cuando todos se duermen luciendo enamorada una rosa en mi pelo para ahuyentar fantasmas. Mientras tanto hay gente que sueña entre desvelos y vive sin saberlo. by Lilian Viacava Dama de la Poesía @copyright - Derechos de autor oleo orestes bouzon

ARRULLO

Si lograra disipar las nubes de tu cielo
las que cubren tus sueños inocentes
tu mirada azulada alumbrando
a mis ojos como entonces,

cuando todo lo podía y era fuerte
apartando las nubes de tu bóveda celeste
y tu amor en capullos era mío
y la fuente de la vida nuestro canto.

Arrullaba tu futuro que era bueno
con jazmines perfumados de ilusiones.
Nuestro suelo era tan nuestro
donde dabas entonces los primeros pasos.

Cuando el río de los años aun no llegaba
cayendo solapado y pesado
como el ala oscura de los cuervos.

Como puedo rescatarte hoy me pregunto
si fulgura en tu noche la tristeza
y tu voz ya no canta como entonces
y tus pasos ya no bailan con los míos.

Hoy tus pasos van andando por caminos
donde asechan los tugurios de la farsa
el vaivén de la falacia disfrazada
los que van magullando tu inocencia que era mía
¡tu alegría tan lejana!
Hoy la danza es lúgubre y distante
que mi alma es herida por su acero.



by Lilian Viacava Dama de la Poesía
© copyright - derechos de autor