Pasa la gente extraña y callada,
Pasan las horas y la vida
Pero nunca pasa la melancolía.
Siempre está dormida en el pecho
Siempre enramada en el cielo
Donde me cobijan tus besos,
Esos besos de lejos.
Se queda la soledad casi dormida
Porque sueño despierta en esta vida
Que me tiene la carne, en carne viva.
Y a ti te bastan los silencios.
Decís que todo va por dentro
Y te vas convirtiendo en un recuerdo.
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