Cuando el
adiós es eminente,
cuando te
apartan
de mi
amor... de mi cariño...
porque
dicen que ya eres grande
para seguir
siendo mi niño
y yo te
sigo amando como el primer día
en que te
dí la vida...
pero de mi
te aleja con argucias ¡la vida!
Porque ya
no sos pequeño
¿acaso de
mi vientre no saliste
cuando mis
ojos viste?
No sabía
cuando te di la vida...
¡pensé que
nunca olvidarías
porque eres
carne de la carne mía!
Hoy te dan
los besos que no puedo darte
pero nunca
nadie podrán darte
los mas
puros besos de una madre...
Soy la que
te acunó tantas primaveras
y la que te
sigue acunando en sus quimeras.
Soy la que
siempre supo
que el amor
de madre es infinito.
Soy la
muchacha de ojos tristes
que lloró
de emoción cuando naciste.
Y ahora te
vas... te vas... te vas tan lejos
tan lejos
de mis brazos y mi amor...
Y vuelan
los cuervos... ¡espanto y horror!
Y yo la
muchacha de ojos tristes
sin ti mi
niño... ¿ventisca fue el amor?
¿te fuiste?
volvé volvé te pido,
hijo a mis
brazos otra vez
con tu
candor... volvé volvé volvé...
Yo sé que
no podés... sos hombre,
¡y eso no
se ve bien!
¡Los
hombres no son niños!
pero no
olvides nunca mi cariño
¡las madres
amamos infinito!
Ya se que
sos grande... no te inquietes...
que el
silencio es mi amparo...
Por eso te
seguiré amando
con el mas
puro amor que Dios me ha dado.
autor Lilian Viacava Copyright ©
2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario